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Las propiedades nutritivas que desconocías sobre las lentejas

Las lentejas constituyen un componente fundamental de nuestra gastronomía. De hecho, es una de las legumbres más consumidas en todo el mundo. Por ello, todos hemos tenido una madre o una abuela que insistía en que nos comiésemos todas las lentejas porque ''tienen mucho hierro''. Sin embargo, generalmente no somos conscientes de cuán nutritiva es en realidad esta legumbre. Las lentejas son en realidad las semillas de la planta herbácea Lens culinaris, originaria de Oriente Próximo. Existen muchas variedades de esta leguminosa, y su cultivo se practica desde hace miles y miles de años. De hecho, las lentejas ya formaban parte de la dieta humana en el Neolítico, habiéndose encontrado evidencias arqueológicas que demuestran su consumo 13000 años atrás. Así, esta legumbre forma parte de los Cultivos fundadores, es decir, es una de las ocho primeras especies vegetales en ser domesticadas por el hombre. Las lentejas, al igual que otras legumbres, poseen una gran concentración de nutrientes esenciales, siendo su componente más abundante los hidratos de carbono, principalmente el almidón. Este carbohidrato en particular, aporta una gran cantidad de energía. Esta leguminosa destaca también por su alto contenido en fibra, un compuesto clave para un buen tránsito intestinal y muchos otros procesos de la digestión y absorción de los alimentos, así como para la regulación de los niveles sanguíneos de glucosa. Las lentejas también cuentan con una buena proporción de proteínas vegetales, que contribuyen a la formación de músculo, mientras que tienen un contenido muy bajo en lípidos. Esta última característica las convierte en un alimento ideal para las dietas orientadas a la pérdida o control del peso. Además, esta leguminosa es una fuente importante de vitaminas, especialmente de los tipos B1, B5 y B6, pero también B2, B3, B9, vitamina C, K y E. Las vitaminas son esenciales para numerosos procesos fisiológicos y su deficiencia puede dar lugar a diferentes problemas de salud. Dado su importante aporte en ácido fólico (vitamina B9), es muy recomendable consumir lentejas durante el embarazo y la lactancia. Las lentejas también aportan minerales como zinc, calcio, cobre, molibdeno, selenio, magnesio, potasio y, especialmente, fósforo y hierro. El zinc tiene funciones antioxidantes y participa en procesos fundamentales como la formación de hueso y la absorción de vitamina A. Por su parte, el magnesio es un micronutriente esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso. El hierro que aportan las lentejas cumple con numerosos procesos fisiológicos fundamentales, previene la anemia y hace que la piel, el cabello y las uñas tengan un estado saludable. El resto de minerales participan en diversos mecanismos, entre los que se incluyen el correcto funcionamiento de los sistemas cardiovascular, endocrino y nervioso. Además del importante aporte de nutrientes que ofrece el consumo de lentejas, existen algunas evidencias científicas que sugieren que esta legumbre puede ser beneficiosa contra la hipertensión arterial.