La panela: Qué es y cómo utilizarla
La panela se obtiene a partir del jugo de la caña de azúcar, el cual se hierve hasta que queda espeso y oscuro. Posteriormente, este jarabe se deja enfriar y se solidifica.
Una vez frío, puede molerse y obtener un polvo relativamente fino o bien, puede comercializarse en bloques.
El resultado de este proceso es un azúcar totalmente natural y sin refinar. Eso significa que la panela contiene todos los nutrientes presentes naturalmente en la caña de azúcar.
Es rica en hidratos de carbono (sacarosa, glucosa y fructosa) por lo que nos aporta una gran cantidad de calorías y energía. Además, se considera que posee 5 veces más minerales que el azúcar moreno, y triplica la cantidad exponencialmente frente el azúcar blanco.
A diferencia del azúcar refinado, la panela destaca por su alto contenido en vitaminas y minerales como:
Vitamina A: imprescindible para el desarrollo y crecimiento del organismo y para mantener la vista sana.
Vitaminas del grupo B: necesarias para obtener energía de los alimentos que tomamos y ayudan a formar los glóbulos rojos.
Vitamina C: vital para el crecimiento y la regeneración de los tejidos de nuestro organismo (piel, músculos, cartílagos y huesos) y ayuda a la absorción del hierro.
Vitamina D: necesaria para absorber correctamente el calcio y tener una buena salud ósea.
Vitamina E: se relaciona con la fertilidad, ya que ayuda a la formación de los óvulos y de los espermatozoides y actúa como antioxidante evitando el envejecimiento de la piel.
Calcio: imprescindible para mantener una buena salud ósea.
Magnesio: vital para el buen funcionamiento de los músculos y para evitar la fatiga y el cansancio.
Fósforo: interviene en la formación de los huesos y en el metabolismo de las células.
Sodio: encargado de generar los impulsos nerviosos y del mantenimiento de la presión arterial.
Hierro: vital para oxigenar el organismo. La falta de hierro provoca cansancio y fatiga.
Potasio: ayuda al funcionamiento correcto de los nervios y a que los nutrientes lleguen a todas las células de nuestro organismo.
Este tipo de azúcar tan nutritivo y de gran sabor, es muy típico en América Latina y en países asiáticos como Laos, Pakistán, India o Sri Lanka donde se utiliza para endulzar bebidas, postres, dulces, etc.
Así pues, con la panela podemos elaborar todo tipo de recetas dulces: postres, tartas, galletas y hasta bebidas isotónicas que nos ayudaran a remineralizar el organismo después de practicar deporte.
Como la panela puede emplearse como sustituta del azúcar blanco refinado, también nos servirá para endulzar yogures, infusiones, batidos, etc.
Nos aportará un ligero sabor acaramelado además de los beneficios nutritivos que hemos descrito anteriormente.