La miel es un producto natural en principio, fabricado por las abejas utilizando las flores como materia prima para procesar su néctar. La miel es utilizada desde tiempos muy remotos con el propósito medicinal y de endulzar alimentos propios de la gastronomía de la época. Referencias existen de sobra, entre las que podemos destacar las que se hacen en la biblia, en hallazgos hechos a través de las excavaciones egipcias, incluso se encuentra ilustrada en las pinturas rupestres de la época prehistórica.
Los usos que se le han dado a la miel no han sido únicamente de tipo gastronómico, también se ha utilizado en métodos terapéuticos, energéticos y cicatrizantes. En infusiones para aliviar dolores de garganta, resfriados y tos es muy popular. La miel, es considerada como una sustancia conservante, que no caduca. De manera que la miel tiene presencia desde hace muchísimo tiempo y además es testigo de la evolución y desaparición de civilizaciones y culturas. Sin embargo, no siempre se está ante la presencia de la miel natural, existe la miel procesada y siempre es bueno saber identificarla. Veamos cómo. . .
Diferencias entre la miel pura y la procesada
La miel pura
Generalmente, la miel cuando es pura se diferencia en la característica del color. Este debe ser un tono opaco o dependiendo de las regiones en que se elabora un tono más oscuro debido a las diferentes variedades de flores en los apiarios.
Otra característica fundamental es la densidad de la sustancia, cuando las condiciones son de humedad considerable, esta puede albergar burbujas en su interior, pero su densidad no disminuye.
La miel cuando es pura contiene:
- Vitaminas (A, C, D, B1, B2, B3, B5 y B6)
- Minerales (magnesio, potasio, calcio, cloro azufre, hierro y fosfato)
- Sales minerales
- Aminoácidos
La miel procesada
Cuando la miel es procesada, se somete a técnicas para diluir la sustancia utilizando solventes que alteran sus propiedades. Una de las maneras en que las marcas recuperan sus propiedades es adicionando vitaminas, minerales y demás compuestos a la mezcla. Por consiguiente, una miel enriquecida debe estar expresada en la etiqueta del producto, quedando en evidencia una clara alteración. Pero, la miel no siempre trae esta etiqueta y existen formas en la que te puedes dar cuenta si es natural o procesada.
Entonces,
¿Cómo sabemos si la miel es procesada?
- Asegurarte que en su listado de ingredientes no aparezca escrito ''glucosa'' o ''jarabe de fructosa''. Estos son aditivos utilizados con frecuencia para estirar la miel y evitar que se solidifique.
- En casa puedes someterla a pruebas básicas por ejemplo, coloca el envase que contiene la miel en agua tibia removiendo constantemente. Si observas que su consistencia varia convirtiéndose más liquida significa que le han añadido azúcares.
- Otra de las pruebas de fuego más comunes es coger con una cuchara la miel y darle la vuelta. Si se cae muy rápido evidentemente ha perdido la consistencia natural indicando que ha sido procesada.
- También puedes descubrir la pureza de la miel colocando una gota de miel en un papel de servilleta. Si se moja, el producto ha sido diluido.
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