La quinoa o quinua es un alimento que, aunque es relativamente nuevo para nosotros, ha ido ganando popularidad en los últimos años.
Se trata de un pseudocereal cultivado principalmente en la cordillera de los Andes, con Bolivia y Perú como mayores productores. Además de en estos dos países, la quinoa también se cultiva en Ecuador, Chile y Colombia desde hace miles de años.
Este pseudocereal del continente sudamericano posee los ocho aminoácidos esenciales para el ser humano.
Esto, junto con otras de sus propiedades, lo convierten en un alimento muy nutritivo y saludable que, además, es de fácil digestión. Entre los ocho aminoácidos que aporta el consumo de quinoa, destacan la lisina, clave para el desarrollo del cerebro, la arginina y la histidina, fundamentales para el desarrollo general durante la infancia.
La quinoa contiene, en promedio, un 16% de proteínas, pero su contenido puede alcanzar hasta un 23%, más del doble que otros cereales. Este elevado contenido proteico se aproxima notablemente al porcentaje recomendado por la FAO para la nutrición humana. Por ello, ha sido propuesto por la NASA como alimento base para viajes espaciales de larga duración.
La quinoa posee un bajo contenido en grasas, mientras que es un alimento rico en fibra y minerales esenciales como manganeso, fósforo, magnesio, hierro, calcio, potasio y zinc. Las grasas que encontramos en la quinoa son principalmente insaturadas. Concretamente destacan ácidos grasos esenciales poliinsaturados omega 3 y omega 6. Esto hace que sea un alimento útil para la regulación de los niveles sanguíneos de colesterol. Además, su consumo también aporta diferentes proporciones de vitamina B1, B2, B3, B6 y B9, así como colina y vitaminas C y E.
Puesto que la quinoa tiene un bajo índice glucémico, es un alimento idóneo para las personas que padecen diabetes, así como para aquellas que quieren perder peso. Además, como este pseudocereal no contiene gluten, es un gran aliado para los celíacos.
Por otro lado, la presencia de flavonoides como la quercetina y el kaempferol entre sus componentes, convierten la quinoa en una fuente de antioxidantes óptima para el mantenimiento de un buen estado de salud general.
Cómo incluir la quínoa en tu dieta
Con esta semilla podemos elaborar todo tipo de platos, desde hamburguesas, ensaladas, pasteles, o bien, usarla en reemplazo de la avena en el desayuno.
Para utilizarla lavamos primero las semillas, frotando las mismas suavemente con las manos, bajo el agua, de manera que se quite la capa de saponinas que recubre las semillas y que de quedarse allí, aportaría un sabor amargo. No debemos remojar, sino lavar y enjuagar.
Posteriormente hervimos tal como si fuera arroz, por espacio de 15 a 20 minutos o hasta que se abra la semilla. Colamos y listo para usar.
La presentación en copos, nos facilita poderla combinar con caldos, bebidas, ensaladas o elaborar deliciosos purés. Aunque deshidratada, los copos conservan todas sus propiedades.
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