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Altramuces secos

Los altramuces son leguminosas de variedad amarga originaria de la región del mediterráneo. Su forma es de una semilla achatada y con valor proteico inigualable en el que destacan las fibras, proteínas, ácido fólico y poca proporción de glucosa. Resulta un plato ideal para comenzar dietas por su gran efecto saciante, además reduce el colesterol y para las personas con diabetes es ideal porque estimula la secreción de insulina. El sabor de los altramuces secos es amargo por lo que su principal uso estuvo relacionado con la alimentación animal. Sin embargo, desde hace poco y debido a la evolución de la investigación, los altramuces han pasado a formar parte de la dieta de las personas y muy especialmente en la dieta de los deportistas de alto rendimiento. Para eliminar el sabor amargo característico de esta semilla, es sometida, en varias ocasiones, a procesos de inmersión en agua con sal. Su proceso es riguroso y a diario debes probar su grado de amargor. Recuerda que este es un proceso que nos lleva tiempo. Debes disponer al menos de una semana para su preparación. Aquí te dejamos la receta con todos sus secretos para que los hagas y compartas en familia ya sea en platos como sopas, guisos, ensaladas o potajes.

ALTRAMUCES

Ingredientes
  • 400 g altramuces secos
  • agua
  • sal
  • agua de mar
Elaboración (9 días aprox.): 1. Lavar los altramuces secos y descartar los que tengan manchas oscuras. 2. Ponerlos a remojo 24 horas. El nivel de agua debe sobrepasar los altramuces unos 4 dedos. 3. Repetir este proceso un día más. 4. Al tercer día, escurrir los altramuces y hervirlos durante unos 15 minutos. Una vez hervidos, escurrirlos y enjuagarlos bien con agua fría hasta que se hayan enfriado. 5. Volver a cubrir los altramuces con agua y añadir un poco de sal. Pasadas 24 horas escurrir los atramuces y repetir el proceso de remojo con sal durante unos 5 días más (cambiando el agua cada día). 6. A partir del día 7 probar los altramuces a diario para comprobar el nivel de amargor y de sal. 7. El día 9 los altramuces ya no tendrían que estar amargos, si fuera así, repetir el proceso de remojo hasta que el amargor haya desaparecido. 8. Cuando los altramuces ya no sean amargos, enjuagarlos bien, ponerlos en botes de cristal y cubrirlos con agua de mar. 9. Conservar en la nevera.