Los guisantes negros de Berguedà es un plato típico de esta comarca Catalana conocida como la puerta a los Pirineos, específicamente en la provincia de Barcelona. En la edad media, la gastronomía de esta comarca, era principalmente a base del trigo, la cebada y legumbres, aunque también estaba influenciada por el consumo de carnes.
La propuesta de los guisantes negros de Berguedà ha tenido una importante evolución desde su producción hasta las diversas propuestas gastronómicas que se hacen con este guisante?
Evolución gastronómica de los Guisantes negros de Berguedà
Este guisante es muy escaso, es casi exclusivo de esta región donde es muy apreciado por sus habitantes. Su cultivo se extiende en casi 7 hectáreas de superficie, calculándose que su producción alcanza 5 toneladas al año, lo cual es poco, permitiendo abastecer solamente al consumidor local.
El guisante en épocas de cosecha se presenta de manera de pequeñas peloticas de color verde grisáceo pero una vez cocido, cambia de color a marrón oscuro que llega a confundirse con el negro, de aquí proviene su nombre. Su sabor es agradable al paladar, su textura suave y su profundo olor aromático lo hacen especial frente a sus comensales.
Los guisantes en un principio, se presentaban casi siempre de una manera tradicional donde se incluía en la sopa carne salteada de cerdo. Sin embargo, su evolución está marcada por la incorporación de variados ingredientes autóctonos o simplemente se han fusionado con ingredientes de otras regiones innovando cada día con este plato.
Una propuesta propia de la gastronomía de la región es el falafel de guisantes negros. De igual forma, la región nos sorprende con platillos dulces como la teja dulce de guisantes negros, una exquisita propuesta 100% local. Estas propuestas gastronómicas han dado pie para que diferentes personalidades de la comarca consideren que la mejor forma de dar a conocer este guisante, es promoviendo su consumo a través de la gastronomía.
En la población de Berguedà quieren elevar el plato de guisantes como un atractivo gastronómico para atraer el turismo por considerar que esta legumbre, es muy poco conocida fuera del territorio. En realidad, este guisante no es cultivado en otra región de España así que realmente es una oportunidad gastronómica y cultural para la región.