Todos recibimos cada día flashes comerciales en todos los medios para que compremos productos de alimentación en su versión integral pero, ¿conocemos realmente los beneficios que nos ofrecen este tipo de productos? Hoy nos vamos a centrar en las pastas integrales.
Las diferencias
Existe una gran diferencia entre la pasta blanca y la integral. Mientras que la primera hace uso de harinas refinadas a las que, en muchos casos les agregan fuentes de hierro y vitaminas artificialmente,
la pasta integral incorpora los beneficios que contiene el grano en su estado más natural, el germen y el salvado.
Estamos ''salvados''
Los beneficios que tienen para nuestra salud estos dos nuevos elementos de la pasta integral son muchos. El alto contenido en fibra del salvado mejora nuestro tránsito intestinal. Son también muy ricos en potasio, convirtiéndose así en un aliado estupendo para nuestra presión arterial. Los alimentos ricos en salvado, son recomendados también para personas que necesiten un buen aporte de hierro. Además son ricos en zinc y vitaminas del grupo B que agradecerán nuestro cerebro e incluso nuestros ánimos y nuestro descanso.
Beneficios del germen de trigo
El germen de trigo viene a reforzar aún más todas estas propiedades tan beneficiosas del salvado ya que contiene también grandes dosis de fibra y de vitaminas del grupo B. Además nos aporta ácidos grasos esenciales muy beneficiosos para la circulación y el sistema óseo.
Todo son ventajas
Con muchas menos calorías
, las pastas integrales nos aportan mayores beneficios en todos los sentidos. Sus propiedades antioxidantes nos ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, el aporte de aminoácidos los hace fundamentales en la dieta vegetariana. ¿A qué esperáis para cambiar a la pasta integral?. Si no sufrís alergias a los alimentos con salvado o germen, la pasta integral es una gran apuesta para tu salud. Por muy poca diferencia, estamos comprando salud y bienestar.