La pasta es un acompañante ideal en diversos platos y en muchas culturas es un alimento básico, consumido en una justa proporción aporta suficiente calorías para una dieta balanceada.
El consumo de pasta aporta a la dieta carbohidratos, necesarios para mantener óptimos niveles energéticos, el ahorro de proteínas y la regulación del metabolismo de las grasas. A través de estos carbohidratos proporcionas energía tanto al cerebro como al sistema nervioso, así que ¡No debes eliminarlos en tu dieta!
Sin embargo, existen diferencias notables entre los dos tipos de pastas, debido a la presencia de salvado que existe en la pasta integral con lo que no cuenta la pasta normal. Veamos las consecuencias de esta diferencia.
Diferencias entre la pasta blanca y la pasta integral
1. Presencia de salvado
La pasta integral contiene salvado lo que aporta fibra dietética con un gran beneficio a la función intestinal, ya que esta característica permite evitar el estreñimiento mientras que la pasta blanca no cuenta con este nutriente. A partir de esta diferencia se derivan el resto.
2. Diferencia en el nutriente principal que aporta
Existen tres formas principales de carbohidratos: azúcares, almidones y fibras.
La pasta blanca proporciona principalmente azúcar, mientras que la pasta integral proporciona principalmente fibra.
3. Contribución distinta al sobre-peso y obesidad
La fibra no se convierte en moléculas de azúcar debido a su imposibilidad de división y pasa a través del cuerpo sin digerirse. De esta manera la pasta integral contribuye a prevenir el sobre-peso y la obesidad, por el contrario la pasta blanca al convertirse en azúcar contribuye a ganar peso.
4. Asimilación de los nutrientes
El consumo de pasta produce energía ATP (trifosfato de adenosina), pero su debido proceso depende de la presencia de vitaminas y minerales. Al consumir pasta integral (un carbohidrato complejo) se aseguran vitaminas y minerales que facilitan este proceso, mientras que la pasta blanca al transformarse en azúcar requiere del consumo de vitaminas y minerales de otras fuentes alimenticias para su correcto proceso.
5. Diferencia en la velocidad de absorción
La pasta blanca es de rápida asimilación por lo que se tiene hambre en poco tiempo, mientras que la pasta integral es de lenta absorción, lo que significa que proporciona energía lentamente durante todo el día produciendo saciedad, característica ideal para el control del peso.
6. Diferencia en la cocción y sabor
Y por último, aunque no menos importante existe una diferencia en la cocción de la pasta. La pasta integral se prepara ligeramente diferente a la pasta blanca porque requiere de mayor cocción. Su sabor también es diferente puede que la pasta integral sea un poco más insípida, prefiriéndose el sabor y la textura de la pasta blanca en muchos casos.
Como consecuencia de las diferencias entre la pasta blanca y la pasta integral se logra, además, que la pasta integral permita disminuir los niveles de colesterol y controlar los niveles de insulina en la sangre. Así que la próxima vez que elijas pastas, prefiere la integral.
En Casa Perris tenemos diferentes tipos de pasta, descúbrelas aquí