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Konjac: qué es, beneficios y cómo aplicarlo en la cocina

El konjac se trata de una planta nativa del sudeste de Asia, se encuentra también en Japón, en China y en el sur de Indonesia. Su nombre varía de una región a otra, así que encontrarás que también lo llaman Konnyaku, gonyak, pinyin y hasta es llamado la lengua del diablo por su color, textura y olor. Esta planta se ha hecho famosa por sus propiedades para perder peso, siendo protagonista en muchas recetas anti-obesidad. Veamos en este artículo cuáles son sus propiedades más resaltantes y cómo aplicarlo en la cocina.

Beneficios del consumo de Konjac

Del konjac se extrae principalmente el cormo, estos son los tallos de la planta que tienen la particularidad de ser gruesos, a menudo llamado ñame, aunque nada tiene que ver con el tubérculo que lleva el mismo nombre. Lo que más se aprecia del cormo es que aproximadamente el 40% de su composición es glucomanano, el componente responsable de la alta viscosidad de este producto. Esta fibra puede absorber hasta 50% su peso en agua creando productos muy gelatinosos que ayudan a sentir a las personas saciadas por más tiempo.
Otro beneficio importante del konjac es su bajo porcentaje calórico, una propiedad que es aprovechada por las personas que están a dieta para realizar diversos productos dietéticos como batidos y proteínas en polvo. Además del glucomanano contiene aminoácidos, fructosa, ácidos grasos, minerales y otros polisacáridos.

Cómo usar el Konjac en la cocina

El konjac se ha utilizado desde antaño para hacer harinas y mermeladas, también se ha utilizado como sustituto de la gelatina en comunidades veganas en países asiáticos como China, Japón y Corea. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el konjac se diferencia de la gelatina tradicional en que no se derrite fácilmente en la boca como sí lo hace la gelatina. Este realmente forma un gel muy fuerte que solo se puede disolver masticándose, por lo que hay que tener cuidado al momento de darle a los niños pequeños que aún no mastican.
En los supermercados orientales y en los occidentales especializados en comida oriental podrás encontrar bloques de konjac, los cuales son utilizados para darle textura a los alimentos que se preparan a partir de este. Con los bloques de Konjac puedes hacer sopas chinas o japonesas, o si lo prefieres prepara tu sopa favorita y le agregas los bloques de konjac como si se tratara de pasta oriental. También los puedes usar en guisos y salsas, ya que actúa como un espesante. No cambia el sabor de tus comidas porque no tiene casi sabor, más bien absorbe el sabor de otros ingredientes.
En caso de que te apetezca hacer un arroz japonés como el takikomi gohan, utiliza dashi, salsa de soja, champiñones, verduras, carne o pescado y finos trozos de konjac.
También puedes comer los tradicionales fideos shiratki, hechos a base de konjac, los cuales resultan muy buenos en cualquier receta dietética, ya que están hechos con 97% de agua y 3% de konjac.