La espirulina es una cyanobacteria microscópica, también conocida como alga azul, que vive en aguas dulces y en condiciones hostiles pues es capaz de sobrevivir en pH alcalinos y en aguas de hasta 45ºC de temperatura.
La espirulina utiliza la luz del sol para hacer la fotosíntesis y obtener energía. Además, también es capaz de obtener energía a partir del dióxido de carbono y de transformarlo en oxígeno.
La espirulina tiene forma de espiral y mide unos 0,5 mm de largo. Se reproduce muy rápidamente y en los meses más calurosos de verano puede llegar a producir unos 20 g de proteína por metro cuadrado.
El alga espirulina se recolecta mediante unos paneles que capturan la espirulina, posteriormente se limpia, se seca y se envasa rápidamente.
¿Qué beneficios aporta el alga espirulina?
A diferencia del resto de plantas terrestres, la espirulina es de muy fácil digestión porque no tiene membrana celular. Es rica en proteínas y contiene hasta 9 aminoácidos esenciales.
Gracias a los aminoácidos como la fenilalanina y la melatonina, el alga espirulina nos puede ayudar a reducir la sensación de hambre y a combatir el insomnio.
El consumo de espirulina también nos aporta minerales como el: calcio, el magnesio y el hierro.
El calcio es vital para mantener los huesos y los dientes sanos y de asegurar un correcto funcionamiento del sistema nervioso.
El magnesio contribuye al buen funcionamiento de los músculos, del metabolismo en general y evita el cansancio y la fatiga.
El hierro es el responsable de transportar el oxígeno a nuestro organismo y ayuda al buen funcionamiento del sistema inmune.
En lo referente a las vitaminas, la espirulina es rica en vitaminas A, B y E, vitales para la correcta metabolización de las grasas, el correcto funcionamiento del sistema nervioso y cardiovascular y la correcta formación de glóbulos rojos.
La presencia de clorofila en la espirulina, es muy importante ya que este pigmento tiene la capacidad de desintoxicar el organismo y proteger el hígado.
¿Cómo tomar alga espirulina?
El alga espirulina en polvo puede tomarse en batidos, zumos, agua o bien espolvoreado en ensaladas o sopas.
Si preferimos tomar la espirulina en cápsulas debemos seguir las instrucciones del fabricante. Normalmente, se debe tomar un comprimido antes de la comida y la cena
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