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Neules, un postre catalán con historia

Las neules o neulas como también se conocen, se trata de un postre típico catalán, que hace presencia en las fiestas navideñas. Consiste en una especie de barquillo de forma cilíndrica, dulce, ligera y crujiente elaborados con harina de trigo, azúcar, yema de huevo y mantequilla. Para su cocción se utiliza un Neuller, conformado por dos planchas sujetas en forma de tenaza con una bisagra. En esta se coloca la mezcla líquida la cual se esparce por toda la plancha y finalmente con un palito se enrolla adoptando su forma característica. Se pueden comer solos o acompañar con helados, sorbetes o con la riquísima crema catalana.

El origen de las neules

Se dice que su nombre proviene del latín Nebula esto significa niebla, nube o algo ligero, como realmente es su consistencia. También se dice que es mucho anterior al turrón, incluso cuentan que sus orígenes están ligados a monasterios de monjas a quienes se les atribuye su creación. Además, la materia prima en abundancia solo estaban presentes en las abadías, y el origen coincide con los registros de la historia. Las primeras neules no eran en forma cilíndrica sino más bien planas, y traían una oración. Así que definitivamente su origen parece estar ligado a centros religiosos.

Tradición de las Neules

Desde la época medieval las neules han estado presente en las costumbres de nuestros coterráneos, en esa época se acostumbraba a comer neules más bien con comida salada. Se comían de forma plana, con pimienta y sal, acompañadas con un vino añejo a la vez que se festejaba con villancicos las navidades. Es a partir del siglo XVII que su forma cambia a cilíndrica, que es como hasta hoy se mantiene. A partir de esa fecha su consumo aumenta popularizándose como un dulce tradicional, típico de la gastronomía catalana, llegando a venderse en los más selectos establecimientos de Barcelona. Más tarde se convirtió, junto al turrón y el mazapán, en un dulce tradicional de la gastronomía navideña catalana. Cuentan que una de las tradiciones catalanas a la hora de comer neules era compartir este dulce en familia junto con los turrones, todos los domingos a partir del día de la Inmaculada Concepción que es el 8 de diciembre, hasta el 2 de febrero día de la candelaria. Otras personas cuentan que en la época de Jaume I acostumbraban a mojar los barquillos en algún tipo de licor. Incluso en el monasterio de Sant Pere de Rodes, se comenzó a regalar a los habitantes de la comunidad 13 neules acompañadas de una jarra de vino, con el propósito de recordar lo que hiciera alguna vez el Rey jaume I. Así que, la próxima vez que te encuentres saboreando unas neules, recuerda su historia y tradición centenaria.