Garrofón de Valencia, un cultivo del acervo valenciano
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El garrofón de Valencia es un ingrediente típico de la paella valenciana, plato que le ha dado el impulso comercial al producto en España. Hoy día no solo se trata de un cultivo más, sino que forma parte del acervo valenciano. Es una leguminosa con importante aporte de vitaminas y minerales al organismo siendo una fuente de carbohidratos, proteínas, vitamina B y minerales como hierro, manganeso, fósforo, magnesio, calcio y potasio.
¿Por qué el garrofón valenciano es distinto a los otros?, en este artículo conocerás todas sus cualidades.
¿Qué es el garrofón de Valencia?
El garrofón de Valencia es un cultivo valenciano heredado de las tierras americanas que cuenta con sus características propias considerado, inclusive, parte de la cultura gourmet valenciana. Su nombre científico es Phaseolus Lunatus y se trata de una alubia blanca con pigmentación morada, grande y plana con textura cremosa y gran capacidad para absorber los sabores de los ingredientes que se utilicen en caldos y platos.
El garrofón en la paella valenciana
La paella valenciana es probablemente el plato internacional de España que mejor aprovecha el sabor y todas las potencialidades del garrofón, pues una paella sin garrofón simplemente no es valenciana.
El garrofón antes de añadirse al agua de la paella debe hidratarse, ya que su forma tradicional de comercialización es seca. Esto lo puedes hacer poniéndolo a remojar en agua entre 12 a 24 horas. Una vez hidratado se somete a una cocción lenta, de esta forma se consigue una textura suave al paladar. Unos 35 gr de garrofón son suficientes por comensal de cada plato de paella valenciana.
El cultivo del garrofón cada vez más escasea en el campo
Los precios de 1 kg de garrofón pueden llegar a costar hasta 30 euros en Valencia y esto se debe a que cada vez es más evidente su retiro del campo español. Aunque es el ingrediente estrella de la paella valenciana su cultivo ha perdido superficie en los últimos años debido a variadas causas. Una causa, y probablemente la más importante, es que el garrofón valenciano compite en el mercado con el garrofón que viene de otros países como Perú donde la mano de obras es más barata que en Valencia evidenciándose en un producto mucho más económico en el mercado.
Por otro lado, se trata de un cultivo muy artesanal que tiene gran trabajo en el campo, es exigente de agua y requiere de estructura firme para su desarrollo. Si un agricultor realmente quiere conseguir rentabilidad con este cultivo tendrá que ingeniarse estrategias de venta directa en huerta para evitar los bajos precios que establecen los intermediarios.
Otra estrategia que se puede seguir para evitar la desaparición del cultivo es crear una marca de calidad para someterlo a una Denominación de Origen de la Comunidad Valenciana, de esta forma no solo puede ayudarse a la producción local, sino que también se impulsa la cultura gastronómica valenciana.
