La cáscara de la almendra conserva al fruto de manera óptima hasta que lo abres. Es un proceso natural que sufren todas las frutas y vegetales. De esta manera, puedes aprovechar todas las propiedades de la almendra como si las comieras recién cosechadas.
Aporta gran cantidad de minerales esenciales, proteínas, fibras y grasas vegetales. También es una importante fuente de vitaminas B1, B2, B5, B6 y B9, entre otras.