El tahini, un alimento muy energético

El tahini o tahin es una crema hecha a base de las semillas de sésamo o ajonjolí como también se le conoce. Su nombre proviene de la palabra Árabe ”Tahain” que significa harina. Es considerado un alimento altamente energético, por las características oleaginosas que superan más del 50% de sus propiedades naturales. Ya sea crudo o tostado, se aprovecha igualmente todas sus propiedades las cuales son muy beneficiosas para nuestro organismo.
Propiedades del Tahin o crema de sésamo
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Contienen fósforo y lecitina, que ayudan a que las terminaciones nerviosas del cerebro funcionen de manera adecuada, es un alimento altamente recomendado para alcanzar niveles óptimos de concentración y falta de memoria.
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El tahini también es considerado una buena fuente de vitaminas entre los que podemos mencionar: vitamina A, vitamina C, vitamina D, vitamina B6 y B12.
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Uno de los más importantes minerales que aporta el Tahini es el calcio (426 mg por cada 100 gr), además de hierro, magnesio, potasio y sodio.
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Es rico en proteínas con un aporte importante de 17 gr por cada 100 gr y fibra alimentaria.
Beneficios que tiene el consumo de Tahini
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A las personas con problemas en los huesos se recomienda, aprovechar sus altas concentraciones de calcio, para mantener en buenas condiciones el sistema óseo del cuerpo humano.
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Es ideal para bajar el colesterol ya que es uno de los alimentos que contienen fitoesteroles, sustancias capaces de bloquear la absorción del colesterol a nivel intestinal.
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Para las mujeres en etapa de lactancia, su consumo se cree que aumenta los niveles de producción de leche para el lactante, sin embargo esta última teoría no ha sido realmente confirmada. Pero no existe ninguna contraindicación para su consumo, al contrario, aporta vitaminas y minerales importantes para el lactante y la madre.
¿Cómo incluir el tahini en nuestra dieta?
Como condimento, es utilizado para resaltar el sabor de algunas comidas, haciendo las funciones de un condimento. Con esta finalidad es utilizado en platos como el Hummus, muy destacado en la comida libanesa. El alimento principal en el Humus es el puré de garbanzo, el cual es condimentado con tahini, pimentón, limón, ajo, pimienta, y sal. Igualmente, puede agregarse un toque de tahini en cremas de verduras y ensaladas, para resaltar el sabor de los vegetales.
Para untar, también es utilizado como crema o salsa para untar principalmente con pan de pita, sawarma o kebab muy típico en la gastronomía de los países que conforman el oriente medio. En este caso se agrega un poco más de agua y limón para que quede un poco más líquido. En Suramérica se combina el tahini con cuajada de queso, de esta manera queda una consistencia muy cremosa que sirve para untar con panes o arepas muy típicas de esta región.
Como base de galletas, esta es otra forma muy rica de comer tahini. Media taza de tahini puede ser suficiente para una mezcla de 1 ¼ de harina. Le da una consistencia crujiente y un toque salado que hace la total diferencia. Puedes innovar con ricas recetas, como galletas de tahini y avena, o almendras y tahini. Son ideales para que los peques de casa aprovechen todas sus propiedades.
Cómo hacer tahini casero
Si prefieres probar de hacer tahini casero, los pasos son muy simples. Puede prepararse con la semilla de sésamo crudo o tostado, la diferencia viene dada en el sabor (crudo puede ser un poco más amargo, ideal para algunos platos) y el tiempo de conservación (al colocarle agua se conserva por menos tiempo).
Para el tahini crudo, se lava la semilla y se deja remojar por 4 horas, luego se escurre y desecha el agua. En cuanto al tahini tostado, se colocan las semillas en un sartén sin dejar quemarse moviéndolo constantemente. Se le agrega un toque se sal y dos o tres cabezas de ajo pelado y cuando las pequeñas semillas presenten un color dorado intenso, puede ser la señal de que ya está listo. Luego, se separa del fuego y se deja reposar unos minutos. En cualquiera de los dos casos, el siguiente paso es llevarlo al molinillo. Después de este proceso se mezcla con un poco de aceite de oliva o con agua y. . . ¡Queda listo para comer!
Incorporar el tahini, crudo o tostado, es una forma inteligente de variar la dieta diaria